La implementación estratégica de diversas acciones comunicativas y participativas —como la documentación de eventos escolares, la visibilización de proyectos estudiantiles, la realización de entrevistas a docentes y personal, y la promoción de actividades extracurriculares— contribuye significativamente a la construcción de un entorno escolar dinámico y enriquecedor para los niños en edad temprana. Estas estrategias desempeñan un papel clave en fortalecer el sentido de comunidad, humanizar la experiencia educativa, fomentar la participación activa de todas las partes involucradas y, en última instancia, apoyar el desarrollo integral de los estudiantes desde sus primeros años.